La solución aportada busca obtener una respuesta urbanística y arquitectónica proponiendo viviendas públicas que incorporen todas las medidas viables, desde el  punto de vista constructivo y económico, para mejorar la eficiencia energética del edificio, el confort de los usuarios y el respeto por el medio ambiente. Para todo ello se propone primar las medidas de diseño pasivo que proporcionen al edificio una gran inercia térmica tanto exterior como interior.

El volumen del edificio se fracciona generando salientes y retranqueos, que además de evitar el fuerte impacto que tendría el volumen unitario, proporciona en todas las viviendas huecos en esquina. Todas las viviendas son pasantes con ventilación cruzada a dos orientaciones distintas con objeto de facilitar la máxima ventilación natural y los cerramiento.

Se  dispone de una doble piel especializada, a modo de cámara activa, mediante terrazas y elementos captadores (habitaciones solares) a modo de colchón térmico. En VERANO evitará el sobrecalientamiento mediante el sombreamiento exterior de ventanas y terrazas y la apertura de la galería que funcionará como cámara en sombra ventilada. En INVIERNO, cerrada, permitirá rebajar el gasto energético mediante la captación de energía durante las horas de sol produciéndose el intercambio de calor con el interior durante la noche con la posibilidad de incorporar esta estancia al estar o al dormitorio según el deseo de los usuarios.

Dadas las condiciones de mínimos en la superficie de todas las estancias se ha favorecido la flexibilidad de la vivienda mediante con la posibilidad de incorporar cocinas y dormitorios en la zona de día.