Lugar, programa y construcción determinan el proyecto de esta casa diseñada mano a mano con el cliente que además es el constructor de la vivienda.
El fuerte desnivel de la parcela, estrecha y alargada, origina la descomposición del programa residencial en dos plantas escalonadas en sección y conectadas por un patio abierto.
Dos muros de hormigón y acabado visto paralelos a los límites de la parcela, son la estructura en la que se apoyan unas placas alveolares prefabricadas de casi 10 metros de luz para definir un interior diáfano, con dos lados abiertos a las vistas lejanas al frente y el jardín posterior de la vivienda.
Se define así una casa mirador con grandes huecos de vidrio protegidos del sol tras una visera de hormigón, que ofrece a sus usuarios una visión panorámica del sur-este de Madrid en los espacios principales de la vivienda.
Arquitectura sin más pretensión que construir con eficacia y economía.