Se propone la recuperación del entorno del Castillo de Buñol (s.XI-Xlll) de manera unitaria a través de un recorrido continuo que permita una respuesta particular a cada uno de los ámbitos que lo definen.
El objeto de la propuesta parte del entendimiento del espacio urbano como lugar de reunión y participación, reforzado por la favorable orientación a sur y su excepcional ubicación que se abre a las brisas del mar por el este y permite excepcionales vistas sobre la trama urbana de Buñol.
La propuesta persigue la puesta en valor del Castillo mediante la transformación y actualización de los espacios que lo componen preservando su identidad.
El acceso desde el entramado de calles angostas y empinadas de origen musulmán del Barrio del Castillo por la Torreta o Portal Sur del Castillo presenta un fuerte desnivel. Además de regularizar el peldañeado en las escaleras de acceso existentes y eliminar los elementos accesorios se propone la conexión mediante un ascensor entre los niveles de la calle Mallorquines (+358,3m) y la plataforma del mirador (+375,5 m).
El proyecto recupera la calle para los peatones y vecinos. La escala de la plaza y calle Puente del Castillo, eliminados los coches, devuelve la iniciativa al usuario en la cada vez menos habitual costumbre de sacar la silla a la calle, al sol o la sombra o bien agrupándolas para conversar.
Se ha estudiado la mejora de las condiciones ambientales mediante la introducción de sistemas pasivos, como la vegetación, la fuente recreativa con juegos de agua, las zonas de suelo transpirable y evidentemente el uso de dispositivos generadores de sombra, como los toldos. La calidad de la luz, una determinada sensación de espacio, las sombras cambiantes sobre las paredes y el suelo, etc.