El proyecto pretende impulsar el uso lúdico y crear un nuevo foco de atracción mediante el desarrollo de áreas de ocio cuyo diseño sea un reclamo en sí mismo para la zona del puerto de Avilés a lo largo de la Avda. del Conde de Guadalhorce.
Una oportunidad esplendida para explorar los dos extremos de la construcción más ligada al mar: la ejecución del dique y su plataforma con técnicas de ingeniería civil y la de una pequeña construcción realizada con la calidad material, el ajuste y la precisión propias de la mejor arquitectura naval. El primero se construye con grandes masas de hormigón y piedra. El segundo en seco, como si de un barco se tratara, en taller, con madera y metal, ensamblando, encajando y atornillando.
Se propone una arquitectura aditiva, basada en un modulo de geometría abstracta, regular. Un triangulo de lados y ángulos iguales y altura 3m, que permita su repetición estandarizada y abarate costes que facilita la fabricación en serie.
Frente al alzado oeste lineal y cerrado, que aísla el edificio del tráfico de la avenida, el alzado a la ría es abierto y quebrado permitiendo el acceso al interior desde cualquier punto. Ese contorno sinuoso permite relacionarse con el paseo generando zonas de estar, terrazas exteriores protegidas del viento y abiertas al sur y las vistas.